Era el año 2.000 cuando nace Los Hornitos del Molle, un restaurante de cocina chilena. El emprendimiento fue exitoso y poco a poco los clientes fueron manifestando la necesidad de contar con otros servicios.

Así, fueron habilitando piscinas y salones de eventos para reuniones y capacitaciones. Tiempo después construyeron las primeras cabañas que en la actualidad llegan a 11 y que cuentan con certificación en categoría 4 estrellas de calidad turística.

“Después comenzamos a complementar esto con servicios de Spa, tinas de aguas calientes, sauna seco, yoga, desarrollando el turismo de bienestar y relajación. Desarrollamos un hotel boutique que es para mayores de 16 años, pensado para las personas que quieren disfrutar de sus descansos alejados de la energía de los niños”, explica Juan Carlos Aoun, socio del actual Refugio El Molle.

Spa, bienestar y descanso

En cuanto a turismo wellness, Refugio El Molle ofrece una diversa gama de terapias alternativas.

“Tenemos terapias de reiki, masoterapia, hidroterapia, con tinas de agua caliente a leña y que ofrecen la misma sensación que estar en una terma. Además, están las piscinas de agua fría que las puedes complementar para mejorar la circulación de la sangre. También un sauna seco y clases de yoga con una instructora profesional”, comenta Aoun.

Gastronomía y cerveza artesanal

Si bien iniciaron el restaurante con comida chilena, en los últimos 8 años el Refugio diversificó su cocina y hoy cuentan con comida internacional y comida de autor, incluyendo opciones vegetarianas, pescados y mariscos. Así también cuentan con una carta de vinos regionales, cervezas artesanales y jugos naturales.

En febrero del 2020 iniciaron un nuevo proyecto: Ruta 41, una cerveza natural sin uso de químicos con un muy buen proceso de producción y fermentación, fabricada con agua de vertientes que otorga una excelente calidad a la cerveza.
“Las personas tienen la posibilidad de disfrutar fuera de la cervecería de un beer garden donde pueden tomar shop, picotear, comprar cerveza para llevar, además conocer el proceso de fabricación”, indica Juan Carlos.

El principal atributo de Refugio El Molle es que en un solo lugar se ofrecen diversos servicios. En seis hectáreas, los turistas pueden descansar, disfrutar de una gastronomía variada, refrescarse en las piscinas, desconectarse y descansar con terapias de relajación, observar las estrellas y vivir una experiencia única en el corazón del Valle del Elqui